Cuéntanos sobre tu trayectoria
Estudié historia del arte en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Velaba mi vocación de artista en talleres diversos (diseño, textiles, cerámica, joyería, corioplastía, encuadernación, fotografía y otros) e iba aprendiendo idiomas por saber más sobre arte. Como primer crisol, conseguí la beca Comunina para el Diploma en arte integral y comunicación participativa. Me interesé por los carteles pintados a mano, participé en dos concursos del Fondo de Población de las Naciones Unidas, en ambos obtuve menciones honrosas. En la carrera universitaria pertenecí al Comité Asesor, luego al Centro de Estudiantes de Arte e hice Ayudantías de Cátedra. Al egresar, colaboré con el Museo BCR, investigando y diseñando materiales para la colección de arte popular. Mi primer trabajo fue dando cursos de extensión para la Biblioteca Nacional del Perú, me inventé un par: Arteñaños e HistoArte.
Motivada por lo social, elegí la terapia artística como ampliación profesional, seguí el seminario en la Escuela San Lucas, al tercer año tomé el camino del arte para escolares. Ejercí, principalmente en escuelas Waldorf. Complementé con estudios de educación en idiomas (UNFV), la beca Tierra de Color de la Fundación Renée Navarrete, cursos de música, un Diploma en Educación por el Arte (URP-ESFJMA), retiros IPMT en pedagogía curativa y terapia artística, cursos y congresos para educadores en Perú y Brasil. Enseñar fue fructífero, me permitió crear imágenes en cuentos, versos y canciones, con el propósito de ayudar a explorar las cualidades del color y las formas, en procesos artísticos que acompañan temas de educación básica. Retomé la historia del arte, enseñando en el centro pre de la Escuela Superior de Bellas Artes. Compartí mi experiencia en Lima y al interior del país, en seminarios de arte y creatividad.
Me di un sabático. Asistí al curador Martín Ugaz en procesos para artistas, viajé un poco, reconecté con la naturaleza y le ofrecí mi arte. Busqué y acepté participar en algunas colectivas. Ingresé como estudiante en Bellas Artes, prioricé dibujo académico y talleres, fue un primer año demandante; lo compensé buscándome una beca a India (ITEC / EFL-U). Me declaré artista, participé en un par de eventos y expuse en colectivo en la Galería Ailamma, en Hyderabad. Al regreso, opté por la especialidad de grabado, unos años más de procesos creativos en la escuela.
Quiero andar el mundo y busco la manera; parto de los elementos de la naturaleza, investigo en mi entorno, en el arte popular, me enfoco en lo festivo y procuro la protección por suma de voluntades. Aunque no soy de escenarios, con el Museo de Arte de San Marcos, presenté una performance “Por el coraje de fluir con gracia”. Celebración, instalación, patrimonio, versos, gestos, acción participativa y principalmente gratitud, para seguir creando. En retorno, llegaron diseños, estampas y un proyecto de libro de artista. Obra para exponer. “Pacha”, estampa de intaglio, fue a la colección de arte contemporáneo del MASM, otro ejemplar se exhibió en la 5 BIG Bienal Internacional de Grabado ICPNA, en la exposición “Grabar, Didácticas y Técnicas en la ENSABAP”. Esa y otras piezas fueron seleccionas por el Dr. Rodolfo Sánchez Garrafa para conformar "Elípticas en el Tiempo", mi primera carpeta viajera de grabados; para andar el mundo. Fui invitada a presentar una individual en InnovArte, pinté mi serie: "Siete círculos amaneciendo", incluí sólo un grabado, "Yaku", y dos piezas más, a medio camino entre estampa y pintura. Lista la individual: "En la tierra como en el cielo". No asistí a la inauguración, me había marchado a la Argentina. Mi hermana Carolina recibió por mí la distinción de Embajadora Sanmarquina. Reuní coraje para viajar como artista, fui acogida por amistades antroposóficas y presenté mis grabados en la Fundación San Rafael. Respiré Buenos Aires. Estando ahí, me devolvieron a las aulas con niños. Creé un par de imágenes y expuse un poquito más.
De vuelta en Lima, enfermé un día y me alcé al siguiente. Un nuevo reto, había producción de los compañeros, teníamos dos experiencias gestando exposiciones dedicadas al grabado, una del taller ("Itinerario del artista en formación, talleres de grabado ENSABAP", en BEA, CCSM), otra de la especialidad ("Piedra, papel y cuchillas", Grabado ENSABAP en la galería del Hotel Sheraton), ahora queríamos al Museo Gráfico El Peruano con invitados, maestros y aprendices; ya era la hora de "Celebración Impresa". Nos fue bien. Retomé talleres, promocionando al grabado, y participé en algunas exposiciones en colectivo (Miradas en Perú, envíos a México, Rumania, Holanda e Italia).
Por una carta de intención artística, con muestras de primeros impulsos por gestar eventos en la comunidad croata en Lima, me otorgaron la beca para el Croaticum. Viajé, conocí Zagreb, reservando la plaza para un futuro inmediato. Compartí mi carpeta de grabados en un evento sobre Iberoamérica, en el lago Jarun; ahí quedé en “Gifts”, mi autorretrato.
(...)
