Canteles...

Intervención gráfica

Diálogo en planos sutiles

donde tiempo, espacio y misterio se encuentren

Una antigua máquina del Museo Gráfico llamó mi atención, y para ella hice 15 canteles imaginarios. Impresiones en pequeño formato, 14 figuras en una tinta y otra gofrada. Dos tirajes de siete (con diferencia en valor de grises) y un cantele en relieves -casi sin tinta-. De acuerdo con la museografía, esa máquina es la llamada rayadora de hilos y plumillas; y, aunque tiene apariencia de telar, era usada para imprimir líneas. Plumillas entintadas iban surcando los pliegos de un futuro libro, destinado a alinear textos y cuentas, dando orden a cada hoja.  La máquina es de madera y tiene hilos. Cuando la vi me pareció musical; ya no hace ruidos, su silencio es música. Va conmigo, es como un telar para libros y cercana a mis pequeñas liras, canteles con-cuerda. Maderas e hilos sonoros. Para ella quiero canteles flotando, como seres que cuidan esos sonidos de tiempos pasados, transformándolos desde la imaginación en algo futuro (anuncio de amor por los libros de artista).  Los canteles son instrumentos musicales de cuerda. Se pulsan también en sesiones terapéuticas para alinearnos, para armonizar nuestras almas. Como atributo, se asocian a seres celestiales; la misma palabra “canteles”, es semejante a cantos y a ángeles.                                            ... por los sonidos y con los silencios... Convergen en este proyecto: la idea de lo móvil; el animismo; la liviandad y la esencia de los seres; su habitar, trabajo y obsequios. Órdenes al aire, hilos que tejen historias; las máculas, impresiones de vida, a veces parecidas, nunca iguales.  Obra al “cumpleaños del grabador” (que puede ser cualquier día, y por qué no un 14 o un 15 de julio - y, en retro-prospectiva a mi propio cumpleaños: 14 -15 del siguiente mes - ). Mi participación como artista en la primera Celebración Impresa.

Mujercitas...

envueltas en seda

Sobre la envoltura de la bebé (wawa, crisálida, forma flora...) hay unas huellas de pies, la protegen de ambos lados.

En la niña, la seda retiene sus extremos. Pies afuera, van y vienen. Uno queda en huella, el otro pie se eleva suave, es pie de mujer... pero, no es de ella. Parecen sus brazos, estos pies ajenos que de algún modo pretenden protegerla.

Y la tercera, una jovencita, tiene al fin su propio pie al aire.

Las formas puras

doble curva

Arcilla

Ronda humus

La arcilla es nuestra materia esencial. Accesible en todas partes, siempre presente en la humanidad. Tierra en nosotros. Frágil, en renovación constante. Dispuesta a la forma, en diálogo con nuestra voluntad. Dúctil, de lo puramente práctico a lo absolutamente fantástico. Vehículo de creatividad.  Lo comprende todo, de lo mínimo a lo suntuoso. Ha estado entre nosotros en cualquier intento de asir la realidad o de abstraernos con ella, en búsqueda de lo primordial. Hay quienes la toman con amor, actuando como artesanos; otros, con ella quieren ir más allá, y vinculándose con lo divino, incluso pueden curar. En nosotros, esa aspiración de cambio, también se encamina en la experiencia de modelar...