Adviento es para compartir
En mi alma hay imágenes de un proyecto con la intención de incentivar el amor por la naturaleza en los niños de la ciudad. He estado probando medios y encontrando soluciones, esa obra madurará.
Para este Adviento, propongo compartir un gesto de acción participativa: configurar un mural efímero con piezas portables. Amigos, niños y artistas creando un centenar de flores-estrellas, cada cual en técnica libre. Para instalarlo en un espacio público, este 21 de diciembre.
-prueba para las cien flores-estrellas*- |
Mural portable, ofrenda en flor
para que cada quien lleve la luz de una pequeña estrella.
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* Las flores de quinua en las que me inspiro, como centenar de estrellas, devienen del amago de unos versos de José María Arguedas:
"... Curaré tu fatiga que a veces te nubla como bala de plomo,
te recrearé con la luz de las cien flores de quinua,
con la imagen de su danza al soplo de los vientos..."
con la imagen de su danza al soplo de los vientos..."
Un deseo afable, como respuesta ante las críticas, sobreponiéndose en imágenes cargadas de bondad, belleza y verdad. Vuelven a mí esos versos, llega esta necesidad de recrear, en sincronía con la conmemoración de su muerte. A luz de sus cien flores de quinua, amplificar ese sentir en formas y colores, mostrar su estrella de cinco puntas. Las reales son de un par de milímetros en promedio, individualmente no son fáciles de ver; ahí, otro encanto. Tomemos esto en consideración. Ampliar y recrear a criterio de cada quien, siendo el aporte de una o más piezas, las que dispondremos al intercambio, para ofrecer y recibir.